Sinopsis:
Lastrado por los efectos nocivos que le ha
dejado la obsesiva persecución de Augusto Ledesma, el pelirrojo inspector de
homicidios de Valladolid, Ramiro Sancho, vuelve al Cuerpo con la esperanza de retomar
las riendas de su vida anterior. Nada más lejos de la realidad.
Una adolescente ha desaparecido en el
marco de las ferias patronales de la ciudad. Se trata de la hija de un
importante empresario y las primeras pesquisas apuntan a que podría tratarse de
un secuestro.
César Pérez Gellida aborda su novela más
negra desde una óptica global con el objeto de ofrecer al lector una visión
360º sobre un delito sumamente cruel como es la privación de libertad. Y lo
ejecuta de una forma tan real que compartirá la angustiosa incertidumbre
de la familia, tan estremecedora que saboreará el miedo desde la
oscuridad de un lugar desconocido, tan veraz que se ajustará el
pasamontañas para meterse en la piel del secuestrador y, como no, tan
cercana que participará en el proceso de negociación e investigación en
primera persona.
Reseña y Opinión:
La
novela comienza con el secuestro de una adolescente de quince años cuya
una familia pertenece a la clase política de Valladolid y goza de una
muy buena posición económica.
Será el inspector de policía Ramiro Sancho, recién
incorporado a su puesto tras varios meses de suspensión, quien se hará
cargo de la investigación. Deberá descubrir a los autores del secuestro
de la chica, trabajando contra reloj dado la sangre fría con la que
pueden actuar los secuestradores. Junto a él estará su equipo policial,
al que se incorporará una recién llegada: la inspectora Robles.
En
la novela podemos distinguir diferentes personajes: Ramiro Sancho, al
que conocemos de sus anteriores novelas, y al resto de su equipo;
Margarita, la chica raptada; la familia de esta, que no sabe qué hacer
para conseguir su vuelta a casa; y los secuestradores, algunos antiguos
conocidos de la policía.
Por
otro lado, un antiguo amigo de Sancho, el islandés Ólafur Olafsson,
abandona su cargo de comisario y, refugiado en el alcohol, le telefonea
con la intención de pasar una temporada con él y desintoxicarse. Como si
no tuviera bastante.
César
nos vuelve a deleitar con Sarna con gusto. En esta ocasión con un caso
de secuestro. Gracias a la profusión de detalles, tras la que se adivina una
ardua labor de documentación, y una trama perfectamente estructurada,
he vivido la novela desde la situación de la chica. Es fácil ponerse en
su lugar y sentir su miedo, angustia y
rabia. También desde el punto de vista de la familia, impotente ante la
situación y, desde la posición de la policía que trabaja en el duro
proceso de investigación y negociación.
Nos
encontramos con la forma de escribir que ya caracteriza a César, un
estilo directo, cuidado y duro a veces, sabiendo crear una atmósfera
cargada de tensión que nos mantiene alerta durante toda la lectura. La
música y los refranes están presentes en todos los capítulos.
No quiero desvelar más detalles, espero que seais vosotros los lectores
los que vayais descubriendo con su lectura los pormenores de la obra.
Sin duda, una novela formidable que no podéis dejar de leer.
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