Primera novela de la trilogía compuesta por “En el País de la Nube Blanca”, “ La Canción de los Maoríes” y “El Grito de la Tierra”. La acción se desarrolla en Nueva Zelanda, país con una
cultura lejana y desconocida que pertenecía por aquel entonces a la Corona Británica.
En la novela se plasman diversos aspectos de la colonización del país y la
cultura maorí.
La obra está dividida en cuatro partes. La acción
comienza en Londres en 1852 cuando dos mujeres de vidas muy distintas por su
estrato social y su carácter parten para contraer matrimonio en Nueva Zelanda
con dos hombres a los que no conocen. Sus vidas se cruzarán en el barco durante
la travesía que dura más de tres meses, convirtiéndose en grandes amigas y
confidentes.
Gwyneira Silkham, de 17 años, de origen noble, hija de uno de los mayores ganaderos de Gales,
con un carácter rebelde, gran amante de los caballos, que disfruta más como
jinete que aprendiendo los modales que debe guardar una dama, y Helen
Davenport, de 27 años, institutriz, hija de un párroco que debido a su escasa
dote y a que tiene que trabajar para mantener a sus hermanos después de la muerte de su padre, ve como su vida va
pasando sin encontrar un hombre con quien formar una familia, que es su mayor
deseo. Su aventura comienza cuando contesta a una solicitud de matrimonio de un
granjero después de
haber visto en la hoja parroquial un anuncio en el que se solicitaban muchachas
que quisieran viajar a Nueva Zelanda para casarse. A su llegada a aquel país
descubrirán que las cosas no son como ellas las habían imaginado, pero a pesar
de ello conservarán una profunda y duradera amistad.
A lo largo de la novela nos encontramos escenas
de aventura, amor, odio, celos, historia… Toda una serie de acontecimientos que
hacen al lector disfrutar de un argumento ágil y atractivo que no da lugar al
aburrimiento.
He disfrutado mucho con su lectura, tanto con sus
personajes como con las descripciones del país. En mi opinión, apasionante y
totalmente recomendable.
Sarah Lark |
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