En una librería de Toledo, un profesor de literatura encuentra, por casualidad, unos papeles antiguos escritos en caracteres arábigos. Se trata de la “confesión” de Antonio Segura, enemigo en la sombra de Miguel de Cervantes, a quien envidia con toda su alma y persigue de manera implacable con la intención de destruirlo. En ella nos relata, desde la cárcel, cómo conoció a Cervantes en su juventud y cómo fue herido por él en el curso de una pelea, suceso que cambiará para siempre el destino de ambos.
A
partir de ahí se suceden las peripecias, los misterios, las maquinaciones, los
conflictos personales y políticos, las luchas por la supervivencia y por
hacerse un hueco en la Corte y en el mundo de las letras, hasta componer un
fabuloso recorrido por la vida del autor del Quijote.
De
las calles de la Villa de Madrid a la ciudad de Argel, de la inspiradora
austeridad manchega a la exuberancia sevillana, los principales episodios de la
vida del genio se suceden en un argumento tan apasionante como riguroso.
El escritor zamorano Luis García Jambrina, nos propone esta historia en la que Miguel de Cervantes es el protagonista y Antonio Segura su sombra. Éste segundo
es, a su vez, el narrador en forma
de confesión escrita desde la Cárcel Real de Madrid,
donde se encuentra acusado de haber asesinado a Cervantes.
Antonio Segura llega a
Madrid de la mano de su padre, albañil trasladado allí, para trabajar en la
construcción del Monasterio de El Escorial, con la ambición de que su hijo se
convierta en arquitecto o aparejador, ignorando que su verdadero sueño es
convertirse en poeta.
En su confesión, Antonio Segura nos habla de un
Cervantes que se dedicó a la poesía, teatro y novela a la vez que ejercía como espía, soldado
y recaudador de impuestos, además de caer preso durante varios años en Argel y en otras
cárceles españolas. Sobresalen las aventuras y desventuras, odios,
envidias, rivalidades, conspiraciones e intrigas, dentro de un marco histórico.
Cabe destacar sus
disputas con Lope de Vega a la hora de representar Comedias en los corrales de
Madrid y cómo sus fracasos le llevaron a probar otro género narrativo, la novela. Será a partir de entonces
cuando comienza a dar vida al Quijote.
La novela está escrita con un estilo narrativo que nos recuerda a
obras clásicas del mismo Cervantes o Quevedo. No solo se disfruta con su
lectura, sino que además se aprende, ya que muestra aspectos de su vida tanto
en el marco histórico como en el social, con datos históricos y biográficos comprobados, así como algunos que son
hipótesis o conjeturas. En sus páginas no falta la ironía, lo que en conjunto
proporciona una lectura entretenida y muy placentera.
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